La junta directiva ha justificado su decisión con varios indicadores que permiten ser más optimistas que hace unos meses. El gerente del Banco, Leonardo Villar, ha señalado que el equipo técnico ha revisado sus proyecciones de inflación para fin de año y ha bajado las cifras de 5,9% en enero a 5,4% en los últimos informes. También ha comentado que los cálculos de crecimiento para este año han pasado de 0,8% a 1,1%. “Teniendo en cuenta la coyuntura, la decisión acelera el ritmo de reducción de la tasa de interés, al tiempo que mantiene una postura de política acorde a conducir la inflación a su meta [de 3%] a mediados de 2025″, ha declarado el funcionario.

La tasa de interés real, que mide la diferencia entre la tasa de referencia del Banco y la inflación, ha bajado 50 puntos básicos con respecto a febrero y ha quedado en 450. Pero aún no es suficiente. El ministro Bonilla ha explicado durante la rueda de prensa que la tasa ideal para reactivar la economía sería de 260 puntos y que por eso propuso una reducción mayor en el costo del dinero que la que finalmente decidió la junta directiva. “Nuestra propuesta era reducir 100 puntos porque la tasa real es muy alta”, ha remarcado.